martes, 25 de agosto de 2015

¿Cómo explicar el matrimonio como un asunto económico?

Tomado de: https://racionalidadltda.wordpress.com/author/experimentosemar/ ¿Cómo explicar el matrimonio como un asunto económico? Publicado el agosto 24, 2015 • Publicado en Aplicaciones • Deja un comentario 1262 Ximena Andrea Navarro Es interesante como el libro La lógica oculta de la vida por Tim Harford, intenta describir las condiciones del matrimonio y el divorcio como un asunto netamente económico, estipulando que se trata de un mercado matrimonial donde existe oferta y demanda y ante la escasez se puede observar como las personas se compartan y llegan al punto de cambiar su preferencias olvidando tal vez el tono romántico del matrimonio. En un principio es complicado intentar modelar el comportamiento de las personas ante situaciones donde se ven afectadas por los sentimientos y gustos, pero en este capítulo comienzan con un ejemplo que hace muy fácil ver cómo se puede describir el comportamiento de las personas a la hora de conseguir pareja en “las citas rápidas”, consiste en una reunión donde hay igual cantidad de hombres y mujeres y cuenta con un tiempo determinado para hablar con personas de su género contrario y anotar si desean o no tener una segunda cita, para volver a tener contacto con las personas por las cuales se interesaron, al siguiente día se envía un correo electrónico y así se hace más fácil para todos decidir si quiere continuar saliendo con esta persona o no. Pero, ¿Cómo se puede describir económicamente esta situación?, en este punto llega lo interesante del asunto, se dice que la mujeres suelen ser más exigentes que los hombres a la hora de escoger una pareja, pero si se tiene en cuenta que hay una cantidad mayor de mujeres que de hombres, esto las pone a ellas en una situación complicada porque sus preferencias tienen que ser más flexibles. Algo parecido sucede en las citas rápidas, las mujeres pueden preferir a los hombres altos, pero si en una jornada llegan más cantidad de hombres bajos ellas no dejan de aceptar citas, sino por lo contrario se acomodan a las circunstancias. Ahora lo que sucede en el matrimonio es algo parecido a lo anterior. En el libro es un poco desalentadora la situación para la mujer ante la escasez de hombres, lo que hace que el mercado no sea tan equitativo como uno esperaría. Cuando hay menos hombres ellos tendrían el poder negociación y la mujer se volvería algo así como “precio aceptantes”, es decir, como hay menos hombres las mujeres tendrían que pelearse entre ellas para conocer a su próximo marido y no terminar su vida solas. De pronto lo anterior era algo que sucedía, existía un miedo por parte de las mujeres de quedarse para vestir santos, pero hoy en día considero que la situación ha cambiado, las mujeres ya no tienen la misma preocupación por casarse o formar una familia, sus prioridades han cambiado. Este cambio surgió por los aspectos culturales que se dieron en el entorno. Un ejemplo es la utilización de las pastillas anticonceptivas, esto le dio poder a la mujer de decidir cuándo quería tener un hijo y al mismo tiempo le dio la libertad de tener relaciones sexuales por fuera del matrimonio sin el peligro de quedar atada a la otra persona para toda la vida, tal vez sea esto lo que lleve a que el mercado matrimonial se vuelva más equitativo que antes. Las circunstancias de las mujeres empezaron a cambiar, ya eran aceptadas en más universidades, empezaron a valorar su desempeño laborar y la tecnología contribuyo a que su tiempo en la labores del hogar fuera menor y les permitiera hacer otro tipo de actividades. Estando así la situación, para que casarse tan rápido si se podía disfrutar de la vida y ser autosuficientes. Definitivamente el poder de negociación de los hombres se había perdido y no porque el número de mujeres disminuyera, sino porque su valor se hizo notar. Esto no solo sucedió antes del matrimonio sino también durante el matrimonio, lo que hizo que en un punto las tasa de divorcio aumentaran porque las personas ya no se sentían forzadas a tener que mantenerse en un matrimonio infeliz. Cada uno por caminos separados se podía sostener y una separación no llevaría a un desastre económico familiar. Por otra parte si se tenían hijos, estos iban a crecer y a tomar su camino, por lo cual no seguirían siendo dependientes de sus padres. En conclusión, me alegra que los tiempos hayan cambiado y por mi condición de mujer me siento afortunada que personas del pasado lucharan por un mundo con igualdad de género, de no ser así, en estos momentos no contaría con la posibilidad de estar en la universidad y de pensar en un futuro diferente al de ser un ama de casa, y no con esto quiero decir que sea algo malo, pero hasta el momento es algo que se encuentra en mis planes a largo plazo. Solo espero que cuando llegue ese momento de construir una familia posea el poder de negociación para encontrar la persona indicada y si tengo suerte no tener que ser flexible con mis preferencias. Bibliografía Harford, T. (2009). La lógica oculta de la vida: como la economía explica todas nuestras decisiones (p. 347). Madrid: Ediciones Temas de Hoy.

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