lunes, 5 de junio de 2017

Las mejores decisiones

tomado de https://racionalidadltda.wordpress.com/2017/06/05/las-mejores-decisiones/ Las mejores decisiones Publicado el junio 5, 2017 por Blog del Grupo EMAR • Publicado en Aplicaciones • Deja un comentario 2351 Maria Paula Bautista Patiño El libro que decidí leer este corte lleva como título “Las mejores decisiones”, escrito por los autores Daniel Kahneman, Nassim Nicholas Taleb, Vilayanur Ramachandran, Daniel C. Dennett, Sarah-Jayne Blakemore, y otros. A lo largo de su contenido encontraremos las ideas más originales de los más eminentes psicólogos, neurocientificos, y filósofos que se encuentran en su trabajo de ampliar nuestra comprensión del pensamiento humano; una investigación en los ámbitos del pensamiento racional, la toma de decisiones, la intuición, la moral, la fuerza de voluntad, la resolución de problemas, la predicción y el comportamiento inconsciente. Algo que llamo la atención de manera sorprendente a lo largo el libro es cómo aunque todos los seres humanos poseemos un patrón de comportamiento, existen características como el género, edad, nivel de hormonas, creencias, entre otros factores que afectan nuestras decisiones en todo momento. Dos apartados del libro llamaron mi atención “El cerebro adolescente” escrito por Sarah – Fayne Blakmore y “Testosterona en la mente y el cerebro” escrito por Simon Baron- Coben. El primero de estos capítulos se propone investigar el desarrollo de diversos procesos cognitivos como la conciencia de uno mismo, la comprensión social, la comprensión de otras personas, la asunción de riesgos y la toma de decisiones en esta etapa de la vida. Resulta que durante la infancia, las personas fisiológicamente contienen mayor cantidad de sustancia gris, la cual alcanza su máximo al final de la infancia e inicia su descenso entre la adolescencia y los veinte o treinta años de edad. Al mismo tiempo aumenta la sustancia blanca de todo el cerebro, la cual es la encargada de transportar los impulsos eléctricos entre neuronas. En la adolescencia y la adultez, el llamado “cerebro social” está formado por una red de regiones cerebrales que se activan al mismo tiempo cuando una persona adulta piensa en otra. Pero en la adolescencia se activa una extensión, en la cual podemos deducir que cuando piensan en otras personas los adolescentes usan más su corteza prefrontal que los adultos. Ahora bien, encontramos una referencia acerca de La teoría de la mente la cual es una expresión usada para designar la capacidad de atribuir pensamientos e intenciones a otras personas. Y con esto me trasladare al siguiente capítulo que llamo mi atención, “Testosterona en la mente y el cerebro” Encontramos que aunque todos somos iguales, en el cerebro mujeres y hombres presentan diferencias físicas por ejemplo, el cerebro masculino es un 8% más grande que el cerebro femenino en promedio. La segunda diferencia es que el cerebro masculino posee mayor sustancia gris y el femenino mayor sustancia blanca, y por último el plano temporal, el cual está relacionado con el lenguaje. En el capítulo el autor nos cuenta como desarrolla un experimento a bebes recién nacidos para determinar que tanto afecta el nivel de testosterona en su comportamiento y se encontró bastante correlación con ámbitos como los siguientes: 1. Diferencias en cuanto al vocabulario, a mayor nivel de testosterona prenatal presentara el niño a medida que pasa el tiempo menos vocabulario tiende a poseer. 2. Inclinación por gustos, a mayores niveles de testosterona más se encontraba el niño interesado por conocer el funcionamiento de los sistemas. 3. Estructura y desarrollo del cerebro, se halló una correlación entre la hormona y una asimetría de la parte posterior del cerebro, el cual prueba que la hormona incide en el crecimiento y desarrollo del cerebro humano. Con este material, y pensando un poco hacia donde quiero dirigir mi tesis quisiera concluir que los comportamientos de decisión de cada una de las personas están sujetos a factores muy diferentes entre sí, y llegar a deducir esto puede generar beneficios al momento de crear experimentos, tal y como lo vimos reflejado en el juego que realizamos en nuestro salón de clase, la unión del general fortaleció los resultados, y el nivel de competitividad.

lunes, 27 de febrero de 2017

Las leyes del intercambio social

tomado de https://racionalidadltda.wordpress.com/2013/02/05/las-leyes-del-intercambio-social/ Las leyes del intercambio social Publicado el febrero 5, 2013 por Blog del Grupo EMAR • Publicado en Derecho y economía, Economía del comportamiento • 1 comentario 148 Resumen elaborado por: Luis Alejandro Palacio García Unos de los descubrimientos más desconcertantes de la economía experimental son: (1) la gente se comporta invariablemente de forma no cooperativa en instituciones de intercambio de mercado “impersonales” de grupo, sea éste grande o pequeño; (2) la mayoría cooperan en el intercambio “personal”; (3) en ambos entornos económicos todas las interacciones se dan entre participantes anónimos. Sea cuál sea el camino más útil para modelar y explicar la cooperación, sin la ayuda de los incentivos del mercado, mi hipótesis de trabajo para todo el proceso es que es el resultado de una mezcla desconocida de evolución cultural y biológica, en la que la biología aporta el potencial de definición de funciones abstractas y la cultura configura las formas emergentes que observamos. ¿Cómo es posible que una regla social emerja, se convierta en parte integral de la cultura y sea emulada ampliamente? Utilizaré una parábola para ilustrar cómo podría llegar a implantarse una norma para la “negociación de buena fe”. En la negociación de un precio entre comprador y vendedor, supongamos que el vendedor comienza anunciando un precio de venta, que el comprador responde con un precio de compra más bajo, que el vendedor reduce su precio, etcétera. En este proceso de cesiones está mal visto que el comprador (o el vendedor), una vez que ha hecho una concesión, vuelva a proponer un precio más bajo (o más alto). Esto viola el principio de “negociar de buena fe”. ¿Cómo puede suceder esto? Se podría pensar que será menos probable que sean requeridos en futuras transacciones aquéllos que no negocien de buena fe. Su comportamiento eleva los costes de transacción debido a que incrementa el tiempo que se tarda en completar una operación. Cabría esperar que las parejas de negociación se auto-seleccionen, tendiendo a aislar a los negociadores que empleen más tiempo, que a su vez tardarán más en encontrar a otros dispuestos a tolerar el coste temporal de la negociación. Tales prácticas podrían, pues, llegar a formar parte de una norma cultural lo suficientemente poderosa como para ser codificada finalmente en una ley relacionada con los contratos y en normas del mercado de valores. Proposición: de esta forma los colectivos descubren leyes en aquellas normas que persisten el tiempo necesario para que se conviertan en prácticas arraigadas. En este ejemplo la norma emergente reduce los costes de transacción, dejando sin respuesta la clásica pregunta de cómo se puede caracterizar el equilibrio en la negociación bilateral. Los primeros “productores de legislación” no habían elaborado las leyes que “suministraron”; se limitaron a estudiar las tradiciones sociales y las normas informales y las dotaron de importancia, como leyes divinas o naturales. Utilizando la parábola del ranchero/granjero, Ronald H. Coase sostenía que, si no hubiera costes de transacción, teóricamente la eficiencia no podría depender de quién era el responsable de los daños causados en los cultivos por los animales sueltos. La responsabilidad legal incentiva al granjero para que emplee medidas eficientes en términos de costes a la hora de controlar al ganado suelto. Pero si no fueran responsables legalmente, por tanto en un mundo de costes de transacción cero, las víctimas se verían obligadas, en su propio interés, a llegar a un acuerdo con el ranchero, pagándole para que tomase las mismas medidas de control eficientes que le impondría la responsabilidad legal. De esta forma, las víctimas de la transgresión se ahorran el coste de la cosecha arruinada, que se supone que será mayor que el coste de controlar al ganado (porque de otra forma este control sería ineficiente). La externalidad se internaliza por medio de incentivos de negociación de mercado. Curiosamente, el Teorema de Coase fue muy controvertido. Se le consideró claramente como una parodia amable de teorías excesivamente simplistas que, en particular, ignoraban los costes de transacción. El auténtico problema, abordado de forma brillante por Coase, fue tratar la cuestión de la eficiencia de las normas de responsabilidad legal en un mundo con costes de transacción significativos. Para ello, decidió utilizar el entorno de los costes de transacción para examinar el problema del coste social en diversos casos y precedentes legales. La cooperación surge también en juegos anónimos, en forma extensiva entre dos personas, en experimentos de laboratorio. Aunque dicho comportamiento es contrario a las prescripciones racionales, no es incoherente con nuestros ejemplos de orden espontáneo sin una ley impuesta externamente. ¿Por qué estudiamos las interacciones anónimas en el laboratorio? El modelo de teoría de juegos sin repetición trata sobre extraños sin historia ni futuro, pero el anonimato ha sido utilizado desde hace mucho tiempo en experimentos con grupos pequeños, para controlar las complejidades desconocidas de las relaciones sociales naturales. Es bien sabido que la interacción cara a cara supera a otros procedimientos más sutiles a la hora de obtener resultados cooperativos. Pero, más importante, creo que es esta condición la que proporciona el ámbito más amplio para explorar el instinto humano respecto al intercambio social, y la forma en la que éste se ve afectado por las condiciones relacionadas con el contexto, la recompensa y el procedimiento, que modifican los elementos de la distancia social. Nuevamente, el estudio de lo que no es nos ayuda a comprender lo que sí es. Dos tareas de decisión, representadas por el mismo árbol de juego abstracto, podrían conducir a respuestas distintas si se dan en contextos diferentes. ¿Por qué? La respuesta podría encontrase en el proceso a través del cual percibimos el mundo externo. Hayek fue un pionero en el desarrollo de una teoría de la percepción, que se anticipó a contribuciones recientes a la neurociencia. Resulta natural para nuestras mentes suponer que la experiencia se forma a partir de la recepción de impulsos sensoriales que reflejan atributos invariables de objetos externos presentes en el entorno. En su lugar, Hayek propuso que nuestra percepción actual es el resultado de la relación entre los impulsos externos y nuestra experiencia pasada en condiciones similares. Las categorías que se forman en nuestra mente están basadas en la frecuencia relativa con la que coinciden nuestras percepciones actuales y pasadas. El modelo de Hayek captura la idea de que, en el orden interno de la mente, la percepción se auto-organiza: la función abstracta se combina con la experiencia para determinar la conectividad y la expansión del sistema de redes. Se pueden producir pérdidas tanto por falta de la función como del estímulo de la experiencia del desarrollo. Si se bloquean o se distorsionan las percepciones sensoriales, la función se daña; si se daña la función mediante lesiones cerebrales o deficiencias heredadas, el desarrollo se verá comprometido. Este modelo concuerda con la hipótesis de que la mente se organiza por medio de módulos interactivos (circuitos) que están especializados en la visión, el aprendizaje del lenguaje, la socialización y otras muchas funciones. Desde esta perspectiva, la mente es el producto inconsciente de la co-evolución entre el desarrollo biológico y cultural de nuestro cerebro, que nos distingue de otros primates. Esto es lo que hace posible la razón. La tendencia de la gente a creer en el concepto de la mente como una “tábula rasa” muestra que esta interpretación de la mente está tan en consonancia con nuestra experiencia directa como una vez lo estuvo la idea de que la tierra era plana, o de que había que quemar a las brujas. En cada caso, para escapar de la percepción de la gente es necesario que las pruebas indirectas que muestran su falsedad, basadas en la razón, pasen a formar parte de nuestra experiencia “sentida”. La racionalidad constructivista se vuelve entonces racional desde un punto de vista ecológico. Nota: Esta columna es un resumen de las ideas expuestas en: Smith, V. (2005). Racionalidad constructivista y ecológica en economía. Revista Asturiana de Economía, 32, 197–273.

sábado, 28 de enero de 2017

La noción económica del matrimonio

tomado de: https://racionalidadltda.wordpress.com/2017/01/27/la-nocion-economica-del-matrimonio/ La noción económica del matrimonio Publicado el enero 27, 2017 por Blog del Grupo EMAR • Publicado en Aplicaciones • Deja un comentario 2256 Yesica Tatiana Rodriguez Torres Desde los inicios de las sociedades civilizadas, el ser humano ha constituido a la familia como eje central de la sociedad. Es allí donde se forman y se crea las relaciones sociales y los ciudadanos del mundo. Sin embargo, actualmente este órgano institucional y moral ha perdido credibilidad, dada la facilidad con la que se puede disolver. Los matrimonios, que son el eje principal de este órgano, han dejado de ser el objetivo central que busca toda persona al encontrarse en su edad adulta. Los jóvenes actuales se toman la vida de manera más libre, sin compromisos y buscan más disfrutar del mundo que “sentar cabeza”, y cuando lo hacen, la duración de estos matrimonios no supera para nada las expectativas. ¿Por qué razón se está perdiendo el significado de este vínculo dentro de la sociedad? Podemos decir que el problema radica en las relaciones amorosas, las parejas se acomodan a lo que se ofrece en el mercado, según Harord (2009), las parejas no buscan personas de determinado tipo, si no que depende de la oferta que haya en el mercado, acomoda sus estándares, es decir, “somos más exigentes cuando podemos permitirnos serlo, y menos exigentes cuando no podemos” en últimas, nos conformamos con lo que podemos conseguir. Puede que esta no sea la razón principal, pero acomodar tus preferencias según las condiciones del mercado en términos económicos, no las satisface, solo cubre tus necesidades. En este sentido, sería una felicidad condicionada, como dice el autor “la importancia de las preferencias es aún menor que la importancia de las oportunidades que ofrece el mercado”. Ajustar tus preferencias no está mal, lo malo es cuando el producto que estas adquiriendo no se acerca a lo que deseas y a pesar de todo lo terminas aceptando y usando, sabiendo que al pasar el tiempo te va a cansar y de algún modo vas a terminar por desecharlo. Lo mismo puede suceder en las relaciones actuales, cubrir la necesidad está por encima de satisfacer tus preferencias y gustos, y terminas adaptándote a una relación que definitivamente no era lo que buscabas, lo que puede terminar en un total fracaso y pérdida de tiempo. Por esto, es bueno pensar si nuestras preferencias se asemejan en realidad a un humano de carne y hueso, o simplemente nuestra búsqueda de la persona perfecta acorde a nuestros gustos, desvía totalmente la realidad impidiendo que tomemos el matrimonio como una parte importante de nuestras vidas, que consideremos que durara para siempre. Noción, que para la actual generación es poco creíble, a mi parecer parece más normal divorciarse que casarse. Puede que aún exista esa creencia del amor y que bajo este aceptas a la persona tal y como es, pero, esto también puede ser un error fatal a la hora de conseguir pareja porque entras totalmente a un campo de batalla ciego y sin conocer a ciencia cierta a la persona que está a tu lado. Por último, creo que el análisis para saber si estas o no dispuesto a compartir la vida a una persona debe tener todos los ingredientes realistas que se necesitan, debemos pensar más en el mundo real y no en los cuentos de hadas, desde el comienzo debemos ser sensatos, buscar seres humanos, pero sin decirnos mentiras a sí mismo y acomodarnos, creyendo que es lo único que podemos conseguir. En definitiva, debemos encontrar nuestro punto de equilibrio. Bibliografía Harford, T. (2009). La lógica oculta de la vida: como la economía explica todas nuestras decisiones. Madrid: Ediciones Temas de Hoy.

miércoles, 25 de enero de 2017

Una racionalidad fuera de lo moral

tomado de: https://racionalidadltda.wordpress.com/2017/01/24/una-racionalidad-fuera-de-lo-moral/ Una racionalidad fuera de lo moral Publicado el enero 24, 2017 por Blog del Grupo EMAR • Publicado en Aplicaciones • Deja un comentario 2218 Tatiana Trujillo Lagos ¿Significa esto que la teoría de la elección racional tiene la misma utilidad que la teoría de que la Tierra es plana? No. Es más bien como la teoría de una tierra perfectamente esférica. La Tierra no es una esfera perfecta, como te dirá cualquiera que haya escalado el monte Everest. Pero es casi una esfera, y la simplificación de que la Tierra es esférica nos vendrá muy bien para muchas cosas. (Harford, T. 2009). Nuestra ciencia, al igual que la psicología y la sociología, está avanzando hacía temas que hace una o dos décadas no pertenecía a la misma. El comportamiento humano individual dentro de la sociedad se está convirtiendo en un tema particular con gran importancia dentro de la economía, relacionando su investigación con supuestos como el Homo economicus en donde la racionalidad juega un papel de suprema importancia. Con esto vienen muchas críticas sobre la elección racional y sobre la función que cumple el ser humano en el espacio. ¿Somos racionales o irracionales? ¿Qué es la racionalidad? ¿Todos actuamos de la misma forma, buscamos los mismos objetivos? ¿Qué nos hace diferentes? Según Harford, los individuos racionales: “Responden a las compensaciones y a los estímulos. Cuando los costes o los beneficios de algo cambian, la gente modifica su comportamiento. Las personas racionales piensan- no siempre conscientemente- en el futuro tanto como en el presente, ya que intentan predecir las probables consecuencias de sus acciones en un mundo incierto”. Con base en esta definición, inmediatamente podríamos asegurar, sin parecer algo peligroso, que cada uno de los seres humanos actúa por elección racional, reducen sus costos para obtener una mayor ganancia y determinan, según sus preferencias, la actividad que quieren realizar con base en lo que quieren obtener. Un deportista, por ejemplo, querrá superarse cada día más, ya sea un atleta, un nadador, un jugador de baloncesto o volleyball; por otra parte en lo académico, cada uno de nosotros como estudiantes queremos obtener grandes incentivos en lo relacionado a nuestras calificaciones, sin dejar de lado la importancia del saber, que en teoría, es lo fundamental en la academia. Un trabajador, querrá reducir su tiempo de trabajo y tener una remuneración más elevada y una persona del común, sin irnos muy lejos, simplemente realizará la actividad que le brinde mayor provecho dentro de su vida, pues como dice el autor, las personas racionales se mueven bajo compensaciones y estímulos teniendo en cuenta el hoy y el mañana. De esta forma, y partiendo del concepto de persona racional: ¿podríamos asegurar que un asesino, por ejemplo, es un agente racional? Por otro lado, ¿Qué pasa por la mente de un violador antes, durante y después de realizar un terrible delito como estos? ¿No respondió a sus compensaciones y estímulos Rafael Uribe Noguera cuando realizó este acto repudiable para el pueblo colombiano el mes pasado? ¿Entonces, somos o no somos agentes racionales? El perfil psicológico de un violador, según expertos, busca repetitivamente experimentar escenas en las que confluyen sus miedos, angustias y sentimientos agresivos. La misión principal, con base en sus preferencias, va encadenada con un acto de tortura, de abuso sexual y psicológico. Así pues, podríamos afirmar que la recompensa, el placer y el valor que le da realizar tal acción a un violador es mucho mayor que unos años en la cárcel y el escandalo social. Si fuera de otra forma, ¿Por qué habría de hacerlo? El estímulo que les permite realizar estos delitos son tales como el impulso que le da a un deportista entrenar y ganar un premio. Entonces, ¿Todos, sin excepción, seríamos racionales? Según el autor, en la cita anteriormente mencionada, las personas racionales piensan, no siempre de manera consciente, en el futuro y en el presente, intentando predecir sus posibles respuestas. Esta característica permitiría catalogar a Uribe Noguera, a Garavito y a muchos más como agentes racionales, puesto que aun así siendo inconscientes, pensaron en un presente y su recompensa, su incentivo, fue mucho mayor que lo que podría ocurrir en un futuro, posterior al crimen atroz de la violación. Con esto no quiero parecer defensora de tremendo escándalo, ni no tener la voz de repudiar estas acciones. Por el contrario, mediante escritos como estos se abren valiosos aportes hacia lo que la racionalidad del ser humano puede estar llevando. La evaluación de nuestras acciones y los impulsos que nos llevan a realizarlo son las características principales de la racionalidad, según Harford. Con esto podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, en la presencia de la racionalidad de la mente humana, apartando cualquier tipo de actos, que para los ojos de las personas, pueda parecer inmoral o éticamente incorrecto. La racionalidad va más allá de hacer las cosas bien o hacerlas mal. Es un simple acto económico que se realiza, muchas veces de manera inconsciente y así, como renunciar a comprar una Coca-Cola cuando la Pepsi tiene un mejor valor, lo mismo pasará con las decisiones humanas, el trabajador con su sueldo y tiempo, el deportista con su dedicación y mérito, y para este caso, una persona con algún tipo de desorden psicológico, encontró en un acto macabro como la violación un “no seguir las leyes morales y dejarme llevar por mis impulsos, por lo que Harford llamó mi compensación”. Así pues… ¿Eres tu racional? Bibliografía Harford, T. (2009). La lógica oculta de la vida: como la economía explica todas nuestras decisiones (p. 347). Madrid: Ediciones Temas de Hoy.