miércoles, 17 de agosto de 2016

Indicadores y metodologías para medir la equidad en el uso de tic en el salón de clase

Tomado de: https://racionalidadltda.wordpress.com/2016/07/29/indicadores-y-metodologias-para-medir-la-equidad-en-el-uso-de-tic-en-el-salon-de-clase/ Indicadores y metodologías para medir la equidad en el uso de tic en el salón de clase Publicado el julio 29, 2016 por Blog del Grupo EMAR • Publicado en Docencia • 1 comentario 1920 Resumen realizado por: Karen Lizeth Pérez Picón ¿Qué pasa si una cantidad importante de la población no tiene el mismo acceso a la educación y las tecnologías que los demás? Para responder la anterior pregunta es necesario indagar sobre qué tan grande es la desigualdad en contextos sociales. Con respecto a América Latina lo que se observa es que, aunque en las últimas décadas ha disminuido en el coeficiente de Gini, aún presenta altos niveles de desigualdad económica. Esto implica que parte de la población está viéndose rezagada frente al importante avance que se está dando en la sociedad. Por esto muchos jóvenes al enfrentarse al mercado laboral, se encuentran en desventaja pues los conocimientos que adquirieron durante su formación no son suficientes para afrontar los retos del mercado laboral. En este sentido, se evidencia la importancia de incluir de manera efectiva las herramientas TIC en las aulas de clase y el modelo de educación en general. Pues de no hacerse se agravarían las desigualdades no solo en términos de aprendizaje sino con consecuencias en el desarrollo social, geográfico y de género, así como en la discapacidad de los estudiantes. Las brechas existentes entre la equidad geográfica y socio-económica son asociadas a las condiciones familiares, la calidad y características financieras de las escuelas, así como su segregación espacial en las ciudades o la falta de conectividad en las zonas rurales. Estos elementos aumentan la reproducción intergeneracional de la pobreza, pues quienes tienen la oportunidad de utilizar las TIC para aprender, investigar, e integrarlas en su aprendizaje continuo, podrán tener más herramientas para afrontar diversas situaciones de ámbito social que aquellos quienes no tuvieron el acceso a las mismas. Por consiguiente, la brecha digital puede ser incidente en el aumento de las desigualdades económicas y sociales entre ricos y pobres, habitantes de zonas urbanas y rurales o de regiones poco integradas a la economía nacional a lugares donde hay mas posibilidades de acceso a las TIC. Estas brechas en cuanto a la equidad pueden ser medidas mediante encuestas en las escuelas, a nivel individual, donde se busque tener información sobre variables como el nivel de ingreso de los padres, la educación de la madre, el nivel socioeconómico, entre otras. Así mismo las evaluaciones de resultados y de impacto de programas TIC pueden ser utilizadas para medir las brechas, estas deben ser realizadas con variables de control o análisis de efectos heterogéneos que permitan entender donde se encuentran las principales brechas de aprendizaje. En cuanto al tema de equidad de género y su interacción con las herramientas TIC, la evidencia muestra que existe una importante brecha digital con respecto al género, pues niñas y mujeres no están siendo beneficiadas de las herramientas TIC, como si lo hacen los niños y hombres. Esto puede verse reflejado en la baja participación de las mujeres en carreras o programas de Ciencias, Tecnologías e Ingenierías, ocasionando a largo plazo desigualdad laboral, pues son estas carreras las que tienen mayor demanda y mayores ingresos. Sin embargo, esto puede ser consecuencia de la forma en como las niñas y los niños reaccionan frente a las herramientas tecnológicas, pues las niñas suelen utilizar la tecnología como una manera de conectar a la gente y resolver problemas de la vida real, en tanto que los niños la utilizan como una forma de extender su poder, asumir riesgos, prefiriendo juegos computarizados y de entretenimiento que se basan en la competencia, el concurso o la innovación. Para medir estas brechas se recomienda identificar cuáles son los aspectos educativos en los que puede existir brecha de género, estos resultados deben ser confrontados con el acceso y el uso que tienen los niños y las niñas en términos de dispositivos electrónicos. Igualmente, las evaluaciones de resultados y de impacto de programas TIC son ampliamente utilizados para evaluar estas diferencias, usando metodologías como la descomposición de Oaxaca que permiten entender en dónde están las principales brechas de aprendizaje, mediados por las TIC. Por otra parte, las diferentes situaciones de discapacidad, también pueden evidenciar brechas existentes en el acceso de la educación, lo que implica un bajo acceso a las herramientas TIC dado que la escuela es el principal lugar donde se puede proveer el acceso a estas como apoyo al aprendizaje. Esto significa que al no acceder a la educación y las herramientas que esta puede brindarle, su situación social y laboral en el futuro es gravemente afectada, manteniéndolos en situación de pobreza, aislamiento y bajos niveles integrales de vida. Para medir la brecha existente es necesario definir el termino discapacidad y conocer los tipos de discapacidad que se presentan en las escuelas, que con frecuencias son definidas utilizando únicamente un aspecto de la discapacidad, como, por ejemplo, las deficiencias que son: sensoriales, físicas, mentales e intelectuales. También, las encuestas a nivel individual en las instituciones deben integrar preguntas que permitan conocer si los estudiantes poseen algún tipo de discapacidad y si la tienen, de que tipo es esta. En este sentido es importante que se conozca como las herramientas TIC pueden facilitar el aprendizaje según el tipo de discapacidad que se presente. Por esto es necesario que las herramientas TIC sean llevadas a las escuelas más pobres, y que la formación docente sea rigurosa y de calidad para los profesores que trabajan con estudiantes de bajos recursos, y en zonas rurales. Así mismo favorecer a aquellos estudiantes con discapacidades físicas, que no pueden desplazarse facilitándoles el estudio a distancia, e igualmente a aquellos que asisten a la escuela reciban un trato diferenciado con tecnologías adaptativas. De esta manera, se pueden alcanzar avances significativos para ellos, sus familias y la sociedad a la cual pertenecen. En cuanto a los indicadores de medición de equidad es importante que las bases de datos, las variables, los indicadores y las metodologías sean mejoradas, con el fin de medir estas brechas en la equidad del acceso, uso y desarrollo de habilidades cognitivas y del siglo XXI, mediados por las TIC. Todo esto ayuda a que los gobiernos estatales puedan focalizar y realizar una ejecución más eficiente de los recursos públicos, así mismo la identificación de las brechas permite que los directivos de las escuelas puedan trabajar estrategias específicas, con el fin de reducir las brechas, al igual que los profesores, quienes verán cuales estudiantes están siendo más afectados y así identificar sus necesidades particulares. Finalmente, los estudiantes son influenciados positivamente por cambios metodológicos, ayudas especiales, softwares adaptados a personas con discapacidades de diferente naturaleza, etc. Que se tornaran en herramientas indispensables que les permitan enfrentar su futuro y las situaciones que el mercado laboral le devenga. Nota: Este texto es un resumen del capítulo 2 del Informe: Martínez-Restrepo, S., & Ramos-Jaimes, L. (2016). Construcción de metodologías comparativas e indicadores para medir el uso de TIC y sus impactos en el salón de clase.