jueves, 20 de noviembre de 2014

Elecciones racionales en las situaciones cotidianas: El caso del voto

Tomado de: http://racionalidadltda.wordpress.com/2014/11/20/elecciones-racionales-en-las-situaciones-cotidianas-el-caso-del-voto/ Elecciones racionales en las situaciones cotidianas: El caso del voto Publicado el noviembre 20, 2014 por experimentosemar • Publicado en Elección racional • Deja un comentario 876 Edith Liseth Becerra Mantilla “La economía se puede aplicar realmente a cualquier cosa” Diane Coyle La idea adoptada por muchos de que la economía gira alrededor del dinero, es un tanto incompleta al igual que el pensar que la toma de decisiones y el comportamiento de las personas frente a estas son temas que sólo estudia la psicología. Pues bien, la economía como lo menciona Coyle en su obra “Sexo, drogas y economía: Una introducción poco convencional a la economía” abarca temas a los cuales habitualmente estamos expuestos, es decir, esta se puede “aplicar a cualquier cosa”. Abordando ejemplos como el mercado del sexo, el de las drogas ilícitas, de la música, la tecnología, entre otros; el comportamiento de los agentes frente a sus propias preferencias y lo que se piensa al respecto sobre ello, permite que de esto surja el análisis económico. Pero ¿Cómo se tiene en cuenta este análisis económico?, esto es a través de las elecciones racionales, y, ¿Por qué a través de las elecciones racionales? Como un instrumento de análisis en el estudio de las elecciones en la microeconomía, la teoría de juegos y en la economía en general, se han establecido las elecciones racionales, las cuales buscan la maximización del beneficio, así, desde el consumidor, este tiene preferencias racionales si estas son completas y transitivas, y tiene una elección racional si sus preferencias son racionales y no tiene otra opción posible que prefiera más que la que eligió. De este modo, el evaluar toda la información que tenemos y optar por la opción más lógica la cual genere mayor beneficio parece ser a lo que nos llevan las elecciones racionales. Pensando en una situación vivida hace algunos meses atrás en nuestro país, se da a resaltar el caso de las elecciones presidenciales. Las decisiones de los electores juegan un papel importante en la elección racional, pues debe optar por abstenerse a votar o por votar y si lo hace, dirigir su voto por un candidato en especial [1]. Haciendo énfasis en el caso de dirigir el voto a un candidato en especial, este puede ser por aquel que se acerque más a su ideología política porque pertenece al partido de su simpatía. En este sentido y frente a esta situación se puede decir que las decisiones de las personas sobre los dos candidatos nacionales, en las elecciones presidenciales pasadas, estaban casi que divididas. Por un lado, la preferencia sobre si dirigir su voto a quien traía consigo un proceso de paz y a su vez pensar en darle continuidad a dicho proceso y acabar con ello el conflicto en el país, y por otro, el darle su confianza en el voto a quien afirmaba que este proceso estaba organizado sobre unas bases débiles las cuales no iban a llevarlo a su conclusión y que por el contrario no se iba a solucionar este conflicto interno sino que se iban a fortalecer los grupos armados involucrados en el mismo, generando mayor temor frente a la estabilidad del país. Cabe resaltar que estas fueron situaciones que ponían en incertidumbre el proceder del país afectando con ello no sólo sus relaciones sociales sino económicas tanto positiva como negativamente. Así, en cierta forma, cada uno de los sufragantes forman parte de dichas elecciones racionales donde ponen a prueba sus conocimientos sobre los ideales de cada uno de los candidatos y eligen la opción que mejor les satisfaga, la cual se puede centrar en aspectos relevantes para su vida como la estabilidad laboral, la salud, la inflación, la seguridad pública, entre otros. Pero esto es sólo un ejemplo de los muchos que a diario nosotros como agentes económicos tenemos que enfrentar. Teniendo en cuenta que las decisiones con que a diario tenemos que enfrentarnos y las elecciones las cuales tenemos que tomar, convierte el análisis económico en una puerta para que podamos entender y relacionar de forma coherente cada una de las situaciones que nos rodea; por ello como lo menciona Coyle (2006), “Lo principal es que, lo que hace que el análisis sea económico, y no de ningún otro tipo, no es el tema en cuestión, sino cómo se piensa al respecto”. Referencias Coyle, D. (2006). Sexo, drogas y economía: Una introducción poco convencional a la economía (p. 260). Madrid: Thomson. Magaloni, B. (1994). Elección racional y voto estratégico: Algunas aplicaciones para el caso mexicano. Política y gobierno, vol.1, núm.2, 309-344. Notas [1] Magaloni, B. (1994). Elección racional y voto estratégico: Algunas aplicaciones para el caso mexicano. Política y gobierno, vol.1, núm.2, p.315.

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